3 de diciembre de 2006

Receta infalible para que los mejores se vayan (aunque estén bien pagados)

A la vista de un reciente estudio de la consultoría de recursos humanos , ahí va, a modo de humor crítico, la receta mágica para que el talento huya despavorido de la empresa de uno a un mínimo coste a corto plazo (porque a largo lo que tendrá es la ruina):

• Nada de Desarrollo profesional: vacante que quede de arriba, fichaje que trae del exterior. No permita que su gente piense que si demuestran valía les servirá para progresar en la empresa.

• No transmita el proyecto de empresa, o mejor aún, deje que «radio macuto» sea el vía de comunicación entre la dirección de la empresa y los empleados. Procure dar bandazos en la estrategia, que si no siempre hay algún listo que intuye por donde van los tiros. El criterio de hoy anúlelo mañana sin dar explicaciones. Cuando se vea acorralado siempre podrá soltar el manido: «es que lo exige el accionista», y así se quita el muerto de encima.

• Haga premios absurdos, como un programa de viajes de incentivos por alcanzar objetivos que deje a la mayoría descontento, porque está basado en los objetivos que cada uno tenía, pero nadie controla si esos objetivos eran justos y coherentes. Además procure incluir en los ascensos más notorios a amigos, recomendados por los directivos más cuestionados y ese tipo de injusticias que espantan a los inocentes currantes de verdad.

• Procure que la gente no tenga claro lo que se espera de ellos ¡y mucho menos las prioridades! Póngales como objetivo lograrlo todo: aumentar la rentabilidad, ganar cuota de mercado, vender más gastando menos, producir más sin invertir y todas esas cosas que acabarán chocando irremediablemente entre sí, y cuando su gente tome una opción en la encrucijada hágales sentir siempre que fue la opción incorrecta, sea cual sea la que tomaron, así de paso logrará que no noten que usted tampoco tiene ni idea de cual es la prioridad estratégica.

• Eche broncas por doquier, comuníquese poco con su gente. Las reuniones cuanto más largas y tediosas mejor. No explique los porqués de sus decisiones, manifieste en público su disgusto por cualquier nimiedad mal hecha de sus colaboradores, especialmente de los que destacan, a ver si alguno va a pensar que por ser bueno va a poder ascender.

• Garantice que en el equipo haya un empleado problemático. Si es egoísta y anti-trabajo en equipo mejor. Un poco de cizaña garantizará ese mal rollo que hará que la gente se centre en su trabajo en vez de convivir armoniosamente en la empresa: ¡para eso que organicen una barbacoa en su tiempo libre!

• ¿Felicitar de verdad a alguien? ¡Ni hablar! Que se lo podrían creer. Broncas, muchas broncas y felicite a sus compinches por cualquier tontería que hagan para que luego quede justificado porqué ascendió a sus amiguetes. Ya se les paga por trabajar, usted no tiene porqué reconocer los esfuerzos correctos. ¡Que los feliciten sus abuelas en los cumpleaños, hombre!

• El estilo de dirección de personas debe ser el más próximo al látigo que la ley permita. Presión y más presión, resultados para ayer, planificación y apoyo nulos. Y eso de ocuparse de la motivación y de estar a la altura, nada de nada. Aquí cada uno que se motive solo que bastante tiene uno con aguantar a toda esa gente.

• Estabilidad en el puesto escasa, diga repetidas veces eso de: «aquí hay que estar con la maleta siempre preparada para cuando te echen». En cuanto a lo de Escuchar, a quién, ¿a los inferiores? Vamos hombre, que uno no está para perder el tiempo en sandeces.

• Critique ante sus empleados a la alta dirección de su empresa cuantas veces pueda. No de nunca la sensación de que hay un equipo alineado. Probablemente el equipo directivo esté descuidando que haya mandos de calidad y bien preparados en la compañía, así que tiene carta blanca para decir lo que quiera.

• Nada de formación y mucho menos enseñar directamente el oficio. Cada uno que aprenda por telepatía, o por ósmosis, que hay mucho trabajo y no se puede perder el tiempo en cursitos ni bobadas. ¡Que se fijen mejor y así aprenderán! Y además es más barato.

• «Flexibilidad para atender cuestiones familiares.» ¡Lo que nos faltaba por oír! Si alguien tiene un hijo enfermo pues que tire de abuela, y si no la tiene a mano pues que se busque la vida. No es problema de la empresa que decidiera tener hijos o que su pareja haya tenido un incidente. ¡Esto no es una ONG! En horario laboral a trabajar, hasta que se acaba el día. Lo de casa se queda en casa .

Con todos estos ingredientes se garantiza a uno que se quedará más solo que la una, bueno, solo no, rodeado de los borregos y los pelotas, que le permitirán seguir pavoneándose de su mediocridad mientras sus empleados tan solo le susurran un tranquilo «beeee».

Lo increíble de esta pequeña sátira final es que uno es capaz de reconocer muchos de estos rasgos en algún entorno que ha conocido en su vida profesional. Claro que por eso uno ya no está allí y el tiempo ha demostrado que tampoco están ya esas empresas «modélicas», (aunque por misterios de la vida, los impresentables que se las cargaron siguen saltando de una compañía a otra). Publicado por porfineslunes

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