Usted se cuenta entre los pocos afortunados que no han sido víctimas de una reducción de personal. Sin embargo, su empleo actual no es, lo que se dice, demasiado gratificante. Tal vez no sea exactamente lo que más le gusta hacer. A lo mejor son muchas horas. Quizá tenga problemas con su supervisor. Su salario puede no estar a la altura de lo que se está pagando en promedio para ese tipo y nivel de posición, y usted considera que debería ganar mucho más. Cualquiera sea el o los motivos, decidió emprender una búsqueda laboral.
Y empieza a buscar. Trabaja mucho y dedica bastante tiempo a la búsqueda del nuevo empleo. Sus esfuerzos son, por fin, recompensados; ha recibido una oferta. ¡Felicitaciones! Ahora viene lo más difícil. Momentito… ¿dije “ahora viene lo más difícil”? ¿De qué estoy hablando? Lo difícil es encontrar empleo nuevo, ¿verdad?
Si usted está trabajando mientras busca otro empleo, tiene que informarle a su actual empleador que ha recibido una oferta laboral de otro lado. Cuando da su preaviso pueden pasar dos cosas: que su actual jefe acepte su decisión muy a pesar suyo, o que empiece a hacer lo que sea con tal de convencerlo de quedarse.
Es posible que sus actuales empleadores hayan invertido bastante tiempo y dinero en contratarlo y luego capacitarlo. Están acostumbrados a sus hábitos y capacidades laborales, y saben que se lleva bien con sus pares. Usted ha obtenido una cantidad de logros durante su gestión con ellos. Va a ser bastante caro encontrarle reemplazante en esta coyuntura.
Lo más probable es que la empresa intente retenerlo a través de una contraoferta.
Una contraoferta representa el valor monetario que la organización asigna para retenerlo a usted como empleado. Por lo general es un ofrecimiento difícil de rechazar, que incluye un aumento sustancial en su compensación además de otros beneficios que se consideren necesarios para ganárselo de vuelta. ¿Qué hacer?
La respuesta la encontrará en el motivo mismo que lo llevó a buscar otra cosa. Si usted acepta la contraoferta, ganará más dinero; pero los demás aspectos no habrán de modificarse, y su situación seguirá igual. Tiene que preguntarse a usted mismo si el incremento en sus ingresos le permitirá pasar por alto aquello que originó su falta de satisfacción. Es posible que esta insatisfacción se vea provisoriamente saciada, pero lo más probable es que llegue un punto en que a la larga quiera buscar otra posición.
Si bien rechazar una contraoferta puede parecer dificultoso, tal vez sea su mejor opción. Cuanto antes pase a ocupar una posición que lo haga sentir realizado, más creativo y más feliz será.