En España padecemos "titulitis", es decir, esta afección consiste en una necesidad patológica de gente ultraformada. Por parte de las empresas, porque piden requisitos exagerados para los puestos que ofertan. Por parte de los demandantes de empleo (aquí no se libra nadie) para poder tener un currículum más aparente (con el nombre del título bien visible). Y por parte de las escuelas de negocio y universidades que fomentan (en muchas ocasiones) la idea que a mayor precio, más relevancia de título y más posibilidades. Y, claro, no siempre es así.
Todo esto viene a cuento porque he empezado a leer "Directivos, no MBA" y en esa línea está la frase de Guy Kawasaki (via Kirai):
"To measure the value of a start-up, just count the number of engineers, each of them is worth 500.000$. Then count the number of MBAs, each is worth negative 500.000$."Pero no solamente eso: tampoco podemos desestimar la validez de un título universitario y basarlo todo en la experiencia profesional. Hay gente que en vez de tener 20 años de experiencia, tiene 1 año repetido 20 veces.
"Para medir el valor de una start-up, cuenta el número de ingenieros, cada uno de ellos vale 500.000$. Después cuenta el número de MBAs, cada uno vale 500.000$ negativamente."
Interesante el equilibrio a buscar en los procesos de selección.
Alfonso Romay