24 de marzo de 2009

Advierten cómo se puede desmotivar al personal en tan sólo ocho pasos

Se ha hablado mucho de motivación en los últimos años. Quizás proponiendo inversiones en el capital humano, cambios radicales de gestión, mostrando los modelos que aplican grandes corporaciones transnacionales. Sin embargo, pocas veces se la menciona como algo que al igual que las relaciones se la construye cotidianamente, es decir, la motivación relacionada con el clima laboral y con la relación entre colaborador y supervisor.
Por definición la motivación es “energía” proveniente de la búsqueda de un logro, y se asocia al compromiso asumido de las personas con su tarea.

Pero también se habla de motivación cuando se siente el entorno laboral como un catalizador de energías. Es decir, cuando al llegar al lugar de trabajo o al relacionarse con las personas con quienes se forma equipo, hay una sensación de poder, de optimismo y de valor que permite justificar los esfuerzos y comprender la razón por la que se hace dicha tarea. Retomar el rumbo. Reencontrarse con el propósito, la misión de la actividad.

La carencia de liderazgo real suele ser una de las principales causas de desmotivación, ya que que los líderes redefinen permanentemente las “realidades” de su gente. Transforma lo adverso en oportunidades, vuelve productivo lo improductivo y construye un capital del tiempo ocioso.

Sin embargo, debido a la altísima carencia de líderes en las organizaciones, se puede mencionar por defecto la manera de crear el mejor clima laboral, haciendo énfasis en lo que "no" se debe hacer en lugar de enumerar los “si”.

Invito a divertirse con ello y, en honor a la verdad, a reflexionar brevemente si usted se vé reflejado en el texto.

Cómo desmotivar a la gente en ocho pasos:
  1. Quéjese mucho, constantemente. Utilice malas palabras y levante la voz.

  2. Mantenga desordenado, sucio y sin estética el hábitat de todos en el trabajo

  3. Sea descortés: no agradezca, no pida “por favor”, no sea gentil, no pida permiso, no salude, responda de mal modo aunque sepa que no es con la persona indicada. En definitiva, usted tiene derecho a tener un mal día, no?

  4. Trátese mal: coma mal, duerma mal, nunca se relaje, nunca se divierta y por favor, no se ría de nada.

  5. Su gente no debe importarle mucho: no dialogue con ellos, en definitiva, solo vienen a trabajar, para eso les paga… ¿o no?

  6. Evite por cualquier motivo reconocer lo que hacen bien. Solo destaque sus errores.

  7. Recuérdese siempre: las personas son maquinitas. Exija y responderán.

  8. Cuénteles sus problemas laborales y personales: usted se sentirá mucho mejor al mostrarse como víctima. Además, ahora usted se alivió pero ellos se sienten peor. Si usted está mal, imagínese que les espera a ellos!!
Varios de estos ítems se practican a menudo y con inconciencia. No hay verdaderamente conocimiento del daño ecológico-humano que provocan. Sencillamente porque de haberlo, jamás lo haría.

Se paga en rotación e improductividad altísimos costos por no controlar los mensajes y los comportamientos cotidianos con algo de sabiduría y por qué no, dignidad real y cortesía británica.


Verónica Corba, titular de la consultora Pep Talk y autora del libro “Hay un líder en Usted”

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